Va una niña de catorce años a una farmacia y dice:
- Por favor, ¿me da una caja de preservativos?
Y el farmacéutico, indignado le contesta:
- Nena, si todavía tienes los dientes de leche.
La niña muy azorada, se frota la boca con las manos y dice:
- Perdón.
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