En una ocasión en la selva, el Rey León decidió hacer una fiesta y advirtió que a la medianoche todos tenían que hacer el amor con la pareja que estuvieran bailando. Al sonar las doce, el Rey León da la orden y todos se van a refocilar.
Al otro día, todos los animales se juntan para platicar su historia. Pero el chango se queda callado mientras los otros hablan. Intrigado, el tigre se le acerca:
"Ea, ¿y tú por qué no hablas?"
"No, pinches fiestas culeras que organizan", responde con enfado el chango.
"¿Por qué?"
"Pues yo a la medianoche estaba bailando con la jirafa, y entre dame un beso y agárrame las nalgas se me fue toda la noche".
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