El rey Arturo precavido
Originalmente escrito por luisi
En los tiempos en que el Rey Arturo se preparaba para ir a Las Cruzadas, éste se inquietaba por la Reina que se quedaría sola, durante varios años, con muchos caballeros solitarios a su alrededor. Arturo se dirige a Merlin, el mago, para pedirle consejo.
Merlín no sabe como proteger el honor de la Reina y pide una semana de reflexión. Arturo regresa ocho días más tarde y Merlín lo invita a su laboratorio para presentarle su nueva invención: un cinturón de castidad de lo más perfeccionado.
Observando el cinturón, el Rey se da cuenta de que hay un orificio muy grande en cierto lugar.
–No entiende para qué –le pregunta el rey.
–Precisamente eso es lo que le hace revolucionario, observa –contesta Merlín, que introduce una zanahoria en el agujero, saliendo una pequeña cuchilla, parecida a una guillotina en miniatura, que parte la zanahoria en dos.
–Merlín tú eres genial –dice el rey, quien ese mismo día coloca el cinturón a la Reina, se cuelga la llave al cuello y parte a Cruzadas con toda la tranquilidad del mundo.
Cinco años mas tarde, Arturo regresa a Camelot y lo primero que hace es convocar a los caballeros del reino y les hace bajarse el pantalón para un buena inspección. Puede constatar que absolutamente todos han perdido su miembro viril o tienen una pequeña amputación. Todos, menos el fiel Lancelot.
–Lancelot, tu eres el único que no me ha traicionado, pide lo que quieras y te lo concederé –exclama el rey.
Pero Lancelot permanece en silencio... y así permaneció por el resto de sus días.
SALUDOS.
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