Amiguetes... ¡¡qué ganas tenía de enseñaros esto!!
Y es que ayer hizo UN AÑO que dejé el tabaco (otras cosas todavía no
). Hoy, 366 días después y con diez kilos de más en el cuerpo (menos mal que estaba como un filamento cuando lo dejé) puedo afirmaros que fue UNA DE LAS MEJORES DECISIONES DE MI VIDA.
A los que fuméis, os aseguro que el despertar sin tos, sin ese olor en la ropa y en la cabeza, sin los dedos amarillos y sin tener la garganta como lija del 8 NO TIENE PRECIO, y por descontado, os animo a todos a dejarlo.
Yo lo dejé a lo bestia: de paquete y pico diario a cero. Me hice un decálogo con las diez principales razones que tenía para dejar de fumar. La imprimí tamaño tarjeta de visita y la plastifiqué. Cuando me venía el mono de tabaco, la sacaba de la cartera. la echaba un vistazo y me convencía de nuevo.
Lo más sorprendente para mí fue que ¡¡el mono apenas duró diez días!! Casi que lo peor fue salir de copas y no tener un cigarro en la otra mano: lo arreglé con las pajitas de las copas. Sostenía una (a veces incluso, sin darme cuenta, le daba una calada
) hasta que me acostumbré a estar sin tabaco (apenas un mes).
La mejor sensación sin duda es la del CONTROL. Yo era de los que si me quedaba sin tabaco a las doce de la noche un lunes, tenía que salir a la calle a comprar. Librarse de esa dependencia es una pasada.
Hoy sólo fumo lo que cultivo
, y alguna estaca (puros) en las bodas. Pero los cigarrillos ni tocarlos.
Lo dicho amiguetes, puede conseguirse, y con menos esfuerzo del que os pensáis.
Saludos sin humos (de tabaco
)