Se equivocó de tienda
El capadocio Mengánez entró en el negocio y pidió:
- deme dos kilos de chorizo colorado.
El empleado, detrás del mostrador, esbozó una pequeña sonrisa y se quedó mirándolo. El capadocio comenzó a gritar:
- ¿que me mira, eh? Coño! Yo los conozco a los tíos como usted. Son racistas, si señor! Usted me mira y piensa: "este pide chorizo colorado... Por lo tanto es un capadocio de mierda..."
- no señor, yo...
- si hubiese entrado alguien a pedirle salchichas hubiese dicho: "este es un alemán y seguramente es un hijo de puta, nazi y asesino".
- en realidad...
- no me interrumpa! Ustedes los racistas son todos iguales! Prepotentes, irrespetuosos. Seguro que si hubiese entrado alguien a pedirle pastrón, usted hubiese pensado: "que judío amarrete!", Y si hubiese entrado un tipo a pedirle salami hubiese dicho "este es un italiano; seguro que es sucio y grasiento!"
- no, señor, yo...
- usted se calla, coño! Usted es un intolerante porque si entraba aquí un cliente a pedirle queso camambert hubiese pensado: "ahh, un francés! Seguro que es sucio y maricón!". Y si llegaba alguien a pedirle frijoles usted hubiese pensado: "este es un mejicano. Sin dudas es analfabeto y se tira pedos."
- señor... No... No...
- y si hubiese entrado alguien a pedirle un...
- no, señor! Yo no pienso nada de eso. Esta equivocado!
- ¿y por qué estoy equivocado, cojones?
- porque esto es una joyería, señor... ...
Saludos
__________________ [B][COLOR="green"]"Si uno empieza por permitirse un asesinato, pronto no le da importancia a robar, del robo pasa a la bebida y a la inobservancia del día del Señor, y se acaba por faltar a la buena educación y por dejar las cosas para el día siguiente."[/COLOR] (Thomas de Quincey)[/B]
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