Le dice un niño a su padre:
- Papá, hoy en clase de lengua nos han explicado el significado de las palabras "hipotéticamente" y "realmente". Pero, la verdad, no me ha quedado claro. ¿Puedes ayudarme?
- Mira, Rodrigo, te lo explicaré con un ejemplo. Pregúntale a tu madre si se acostaría con otro señor por un millón de pesetas.
El niño, ni corto ni perezoso, se dirige a su madre y le pregunta:
- Mamá ¿Tú te acostarías con otro señor a cambio de un millón de pesetas?
- Ay, hijo mío. Claro que sí. No sabes lo bien que nos vendría un millón de pesetas para pagar las deudas y llegar a fin de mes...
Rodrigo le cuenta esta respuesta a su padre y éste le dice:
- Pues ahora dile lo mismo a tu hermana Carolina.
El chaval, curioso, se dirige a su hermana y le hace la misma pregunta.
- Carolina, ¿tú te irías a la cama con un señor si te dan un millón de pesetas?
- Naturalmente ¿Tú sabes la ropa que podría comprarme con un millón?
El niño regresa donde está su padre y le explica el resultado de esta segunda encuesta.
- Pues ahora, Rodrigo, pregúntale lo mismo a tu abuela.Y así lo hace:
- Abuelita, perdona la pregunta, pero ¿tú te acostarías con un señor por un millón de pesetas?
- ¿Acostarme con un señor y que además me den tanto dinero? No quiero engañarte, sí lo haría.
Ya muy mosca, el chico le cuenta a su padre la respuesta de su abuela.
- Pues ahora, hijo, entenderás la diferencia entre "hipotéticamente" y "realmente". En casa, hipotéticamente, tenemos tres millones de pesetas. Pero, realmente, tenemos tres putas.