un ciempies
Llega un ciempiés, muy desesperado, tocando la puerta de su casa y diciendo:
Papá, papá, ábrame, que me come un pollo.
Y el papá le dice:
¡Espérate hijito,que me pongo los zapatos...!
__________________ Sentir gratitud y no expresarlo, es como envolver un regalo, para luego no darlo...
|