Una mujer fue arrestada por un robo en una tienda. En el juicio el magistrado le pregunta:

- ¿Qué robó usted?

Ella respondió: Una lata de melocotones.

- ¿Por qué la robó?

- Porque tenía mucha hambre.

- ¿Cuántos melocotones había en la lata?

- Seis melocotones en total, señor juez.

- Bueno, entonces le daré seis días de cárcel, un día por cada melocotón que robó. Es lo más justo.

Antes de que el juez pudiera terminar de pronunciar el castigo, el marido de la mujer interrumpe tempestivamente y le dice a gritos al juez:

- ¡¡¡Ella también robó una lata de guisantes!!!