Después de 50 años de cartero en el mismo pueblo,
llega para Manuel, la hora de su jubilación.

Comienza su último recorrido por las calles del pueblo
En la primera casa le regalan una caja de puros con dedicatoria.
En la siguiente le obsequian con un conjunto de utensilios de pesca,
su afición favorita.

Y así seguia su reparto, despidiendose de todas las personas conocidas que tanto le estimaban y con las que habia compartido tantos años de cartero en el pueblo.

Al llegar a la última casa de la manzana lo esperaba una mujer joven y muy bonita que se llamaba Maria que era la dueña de la casa,
con un camisón transpatente por el que se le asomaba todo.

Ella le coge de la mano, lo mete dentro de la casa,
cierra la puerta, sube con el lentamente las escaleras se lo lleva a su dormitorio y lo sienta en la cama.

Pone una musica de fondo romatica,
le obsequia con un sensual streptease y luego le hizo el
amor apasionadamente.

Después de las tres mejores horas de sexo que Manuel,
habia tenido en su vida,
bajaron las escaleras dirigiendose al salón,
donde Maria le tenia preparada una exquisita comida
Cuando Manuel termina de comer ve que debajo del plato
habia un billete de 20 euros:

Manuel: No tengo palabras para decirte lo maravilloso que ha sido todo,
pero para qué son estos 20 euros?

Maria: Bueno, es que anoche le comenté a mi marido,
que hoy seria tu último dia repartiendo cartas porque te jubilabas
y que deberiamos hacerte algo especial,
y mi marido dijo:

Muy bién pues ¡Dale 20 euros y que le follen!".
La idea de la comida ha sido mia.

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Saludos desde el Sur de la Peninsula Iberica

Sonríe siempre que alguien siempre lo necesitará