Dicen que, cuando Dios creó el mundo, para que los hombres prosperaran, les concedió dos virtudes.
Así:
A los suizos los hizo ordenados y cumplidores de la ley.
A los ingleses, flemáticos y estudiosos.
A los japoneses, trabajadores y disciplinados.
A los italianos, alegres y espontáneos.
A los franceses, cultos y patriotas.
Cuando llegó el turno de los valencianos, Dios se giró hacia el ángel notario y le dijo:
- Los valensianos serán inteligentes, buenas personas y del Partido Popular.
Cuando acabó de definir la creación, el ángel le dice a Dios:
- Señor, le habéis dado a todos los pueblos del mundo dos virtudes y a los valencianos tres. ¡ Eso hará a que prevalezcan sobre todos los otros pueblos de la Tierra!
Y Dios respondió:
"- Xe, tienes raó... pero bien, como las virtudes divinas no se pueden quitar, haremos que cada valensiano solo pueda tener dos”.
Es por eso, que hay tres tipos de valencianos:
1 - Las buenas personas y del Partido Popular, no pueden ser inteligentes.
2 - Los inteligentes y del Partido Popular, no pueden ser buenas personas.
3 - Las buenas personas e inteligentes, no pueden ser del Partido Popular.
Palabra de Dios.