Malos entendidos
En un pueblito se murió una viejita y fueron casi todos los vecinos mayores al velatorio.
En eso, uno de los niños del pueblo pasó con su bici por delante del tanatorio y al escuchar tantos llantos y lamentos se paró para ver que pasaba.
Así pues, el niño dejó la bici fuera del tanatorio y entró para averiguar el motivo de los llantos y lamentos.
Al salir de nuevo a la calle, el niño se da cuenta que, mientras estaba dentro, le han robado la bici y, desesperado, se pone a llorar a grito pelado...
En ese momento sale otra viejita del tanatorio y ve al niño llorando a todo llorar. Enternecida por el llanto del niño, le dice:
-Tranquilo, cariño, ella era ya viejecita... son cosas que pasan...
El niño, hipando entre sollozos contesta:
-Sí, ya sé que era viejita, pero me gustaba mucho, la montaba varias veces al día y me divertía mucho con ella.....
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