- Un turista.
Sale del aeropuerto, toma un taxi, y en la mitad del recorrido toca el hombro del conductor para hacerle una pregunta.
El taxista da un tremendo grito, pierde el control del vehículo, se sube a la acera, arrastra unos cubos de basura, unos puestos de flores, y finalmente choca contra un hidrante.
Por unos instantes no se escucha nada... hasta que el taxista suspira fuerte y volviéndose hacia el pasajero dice:
—Señor, por favor, no me haga eso de nuevo ¡Casi me mata del susto!
— Discúlpeme —dice el pasajero—, pero no pensé que se asustara tanto con una simple tocada de hombro...
—Lo que ocurre es que es mi primer día de taxista.
—¿Y antes de taxista que hacía?
—Antes trabajé 27 años como [B]¡¡¡CONDUCTOR DE COCHE FÚNEBRE...!!![/B]
|