El Uniforme de Cornelio.
Un policía llega tarde de la noche a su casa después de haber cumplido un extenuante turno de vigilancia por más de 18 horas.
Para no despertar a su mujer, se desviste, trata de acostarse, pero la esposa que está despierta le dice con voz apagada:
—Mi amor, ¿podrías ir a la farmacia a traerme unas aspirinas?... tengo un dolor de cabeza insoportable...
El policía busca a tientas su ropa, se viste en la oscuridad y sale a cumplir con el pedido de su mujer. Cuando llega a la farmacia el dependiente le pregunta:
—¿No es usted el policía que vive al frente?
—Si, así es, soy yo; su vecino el policía...
—Entonces, ¡que carajos hace vestido de Bombero...!!!
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