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Antiguo 23/11/2005, 19:35   #140
palurdo
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Fecha de ingreso: 20/jul/2003
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palurdo está en el buen camino
Hace algunos meses había una posición disponible en la C.I.A., para un superagente.
Estas posiciones son muy difíciles de llenar y hay muchos requisitos y pruebas envueltas antes de siquiera ser considerado para la posición. Después de haber chequeado a algunos aplicantes las posibilidades se redujeron a solamente 2 mujeres y un hombre, pero sólo una posición estaba disponible.
El día llegó para la prueba final para ver quién se quedaría con el trabajo, el cual era extremadamente secreto. Quien administró la prueba le dio primeramente a una de las mujeres un arma y la puso frente a una puerta metálica muy grande. Le dijo:
- "Necesitamos saber que seguirás las instrucciones al pie de la letra sin importar las circunstancias... detrás de esa puerta está tu esposo sentado en una silla. Toma el arma y mátalo".
La mujer se quedó atónita y mirando al hombre le dijo:
- "Esto no puede ser verdad! Yo nunca podría dispararle a mi esposo!"
- "Bien" - dice el jefe de la C.I.A. - "definitivamente tú no eres la persona indicada para este trabajo"
Entonces traen a la segunda mujer a la misma puerta y le dan el arma.
- "Nosotros tenemos que saber que tu seguirás las instrucciones al pie de la letra, no importan las circunstancias" - le explicaron a la segunda mujer... - "Adentro encontrarás a tu esposo sentado en una silla. Toma el arma y mátalo".
La segunda mujer se quedó pasmada, pero tomó el arma y abrió la puerta. Dos segundos más tarde salió envuelta en lágrimas.
- "Traté de matarlo pero simplemente no pude tirar del gatillo, pienso que yo no soy la persona indicada para este trabajo, lo siento".
- "Efectivamente, no" - dijo el jefe de la C.I.A. - "no tienes lo necesario, toma a tu esposo y vete a tu casa".
Ahora solamente quedaba el hombre. Una vez más lo llevan hasta la misma puerta.
- "Nosotros tenemos que estar seguros que cumplirás las instrucciones al pie de la letra sin importar las circunstancias, ésta es tu última prueba. Adentro encontrarás a tu esposa sentada en una silla. Toma el arma y mátala."
El hombre tomó el arma, abrió la puerta y justo antes que se cerrara completamente, los de la C.I.A. oyeron un disparo, y otro y otro, uno detrás de otro hasta que se completaron 9 disparos. Después se desató un infierno adentro de aquel cuarto, se oyeron gritos y golpes en la pared por varios minutos, después vino la calma. La puerta se abrió lentamente y aquel hombre apareció limpiando el sudor de su frente y dijo:
- "¿Por qué no me dijeron que la pistola estaba cargada con balas de fogueo? ¡Tuve que matarla con la silla!"
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