[COLOR="Red"][B]EL PSICÓLOGO Y LA PROSTITUTA[/B][/COLOR]


Desde muy temprana edad siempre sentía pánico a la hora de acostarme, porque pensaba que alguien pudiera estar debajo de mi cama. Hace unos meses fui a consultar un psicólogo y le explique mi problema.
El profesional me escuchó atentamente y me dijo:
—Lo suyo parece ser un trauma adquirido en su primera infancia, pero no se preocupe; yo estoy aquí para ayudarle. Haremos unas terapias especiales que incluyan regresiones ordenadas hasta encontrar el origen del trauma y lo eliminaremos.
—Y eso, ¿va a ser muy demorado? —le pregunté.
—Es un poco difícil saberlo ahora: vamos a hacer 2 sesiones semanales para hacerlo más rápido, pero podría demorar un año. Por ahora le daré unas píldoras para que duerma tranquilo.
—Bien doctor, y eso ¿como cuanto me va a costar? —le pregunté conforme.
—Las píldoras no le van a costar nada, y no pienso cobrarle nada adicional por el tratamiento; solo pagará el valor de la consulta cada vez que venga...
Seis meses después, en un parque, me encontré con el psicólogo quien al verme se acercó para decirme:
—Hola amigo, nunca más lo volví a ver en mi consultorio ¿que paso?
—Hola doctor —le salude y le dije—: El mismo día que estuve en su consultorio me fui a un prostíbulo a tomar un trago y a hacer cuentas: Cada consulta suya valía 100 dólares, eran 2 consultas semanales durante por lo menos un año... eso era bastante dinero. Le conté mi problema a una prostituta, ella me dio un consejo que me curó para siempre, y yo invertí el dinero en auto nuevo.
—¡Usted debe estar bromeando! —Exclamó el psicólogo y agrego—: ¿que puede saber una triste prostituta de estas cosas? ¿que le dijo? ¿que le hizo?
—Ella solamente me dijo: "CORTA LAS PATAS DE LA CAMA, Y YA NO PODRÁ HABER NADIE DEBAJO...!!!"

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