te volverias a casar
Querido -dijo la esposa-, ¿qué harías si yo me muriese?
Pero, querida, estaría extremadamente triste -dijo el marido-.
¿Por qué me preguntas algo así?
¿Te volverías a casar? -perseveró la mujer.
No, por supuesto que no, querida -dijo el hombre.
¿No te gusta estar casado? -dijo la esposa
Por supuesto que me gusta, querida -dijo él
Entonces, ¿por qué no te volverías a casar?
Vale -dijo el marido-, me volvería a casar.
¿Lo harías? -dijo la esposa, pareciendo vagamente herida.
Sí -dijo el marido.
¿Dormirías con ella en nuestra cama? -dijo la esposa después de
una larga pausa.
Bueno, sí, supongo que sí -replicó el marido
Ya veo -dijo la mujer, indignada-. ¿Y la dejarías ponerse mis
ropas?
Supongo que sí, si ella quisiese -dijo el marido.
Realmente -dijo la mujer, con un tono helado-. ¿Y quitarías mis
fotos y pondrías las suyas?
Sí. Creo que sería lo correcto.
¿Ah, sí? -dijo la esposa, incorporándose de un salto-. Y supongo
que también la dejarías jugar con mis palos de golf, ¿no?
Por supuesto que no, querida -dijo el marido-. Ella es zurda
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