Pues eso, poned anécdotas, curiosidades y cosas que os han pasado, de paso que echamos unas risas, puede que le sirvan a alguien...
Empiezo:
Año 2002. Frente al Kremlin. Moscú.
Pues resulta que teníamos la tarde libre y fuimos a pasear y tomar fotos por los alrededores de la plaza roja. Hay un sitio donde existe una llama permanentemente encendida, "La tumba del soldado desconocido", creo que se llama, frente a un muro del Kremlin, dedicada a los soldados rusos caídos en la guerra.
Estábamos Vic y yo, con otra pareja. Estaba anocheciendo. Yo llevaba mi reflex. Como veía que no había demasiada luz, y como tenía ganas de probar lo que había estado leyendo sobre el retardo y velocidad de obturación de las fotos, pensé en montar el trípode para poner un poco de tiempo en la foto y sacar la llama y la tumba, ya que no quedaba casi luz.
Siempre llevo un trípode chiquitín en la mochila de la cámara, con los objetivos, pilas, y flash, que plegado mide un poquitín más de un palmo, en un plis-plas, lo desplegué, lo monté y empecé a tomar fotos.
Cerca había una garita, no más grande que una cabina telefónica, también de vidrio, con dos guardias, uno dentro y otro fuera, (porqué los dos dentro no cabían). En eso que se me acerca uno de ellos. Un tío, como el armario ropero de mi abuela, de dos por dos, vestido de militar ruso, con el gorro ese peludo de cosaco, que parecía el “Chochenegger” de la peli “Danko: calor rojo”…
- ¿MADAM…? (La voz también del Chochenegger).
- ¿Yes…? (Apretando el culín, del sofocón que me dió)
Y me suelta una parrafada en inglés, que soy incapaz de repetir ahora, pero me pedía que le mostrara un “especial permisión for the tripod”.
- Especial permisión for the tripod…?? – Repetí, forzando la más encantadora de mis sonrisas.
- YES, MADAM. (Mas serio que el termineitor)
En eso que se acercan los demás, y entre todos desciframos, que si bien estaba permitido tomar fotos y vídeo, el uso del trípode requería de un permiso especial que obtenían los reporteros de prensa.
Nos quedamos con la boca abierta, pues no sabíamos na, hasta que el “armario” pronunció la fatídica palabra:
- ¿PASSPORT?.
Vic sacó su pasaporte, pero el armario iba a por mí:
- MADAM’S PASSPORT, PLIS.
Y con eso se me fue la poca sonrisa que me quedaba.
El tío, con mi pasaporte en la mano, que se va pa la garita, coge un walki como una caja de zapatos y empieza a hablar en ruso. Al cabo de un rato vuelve:
- MY BOSS IS COMMING. WE GO TO THE POLICE STATION.
Mira, yo que oigo lo de la “polis esteixon”, casi me caigo. Ya me veía pasando la noche en una celda rusa. Vic, con su pasaporte en la mano, intentando cambiárselo al poli por el mío, diciéndole que él era el responsable y la cámara era suya, (mentira), los otros, buscando entre los papeles el teléfono de la embajada.
Pa que contaros, fueron los 10 minutos más largos de mi vida.
El armario, a carcajada limpia, oyendo nuestros intentos de explicación, yo, cagá, y sin pasaporte.
Después de tres o cuatro llamadas,… ni embajada, ni guía, ni agencia, no había nadie…el armario, descojonándose, yo, que me veía como en la peli aquella “Sueños rotos” de la carcel tailandesa, en este caso, en una cárcel rusa.
Después de un rato, se le acerca el compañero del armario, la “alacena”, coge a Vic sin decir nada, se lo lleva a la garita, y se meten los dos dentro de la garita, (aún no sé como), y cierra la puerta. Nosotros los veíamos desde fuera, hablando.
Vic, al momento, vuelve, coge su mochila, (que se la estaba sosteniendo nuestro amigo), sin decir palabra, y se empotra de nuevo en la garita con la alacena. Escarba en la mochila, le dio algo, y vimos como el soldado-guardia le devolvía mi pasaporte.
Al volver, con mi pasaporte en la mano, y la mochila en la otra, dijo: “AU”, que viene a decir algo así como “salgamos cagando leches”, y eso fue lo que hicimos, salir pitando, bajo la atenta mirada de los dos policías sonrientes.
Le pedía, (nos lo contó después), 20 dólares. Vic, acostumbrado al regateo, y viendo que aquello era un gitaneo, (con perdón), lo dejó en 10, en dos billetes de 5, (uno para cada guardia).
Sacad vuestras propias conclusiones, nosotros ya hablamos mucho del tema, … (seguramente los 5 dolares era lo que ganaban en una semana).
De ese viaje, hay muchas anécdotas más, pero esas, para otro día…
Si vais a Rusia, no temáis por los rateros, pero si veis un uniforme, un consejo, salid por patas...
