[B]Por qué la F1 necesita a Fernando Alonso[/B]

“En Renault, aún me consideran un chaval”. Fernando Alonso se expresaba así en verano del 2006, al justificar su futuro paso a McLaren. En el presente, no solo ya ha dejado de serlo, sino que se ha convertido en el líder natural entre los pilotos de Fórmula 1.



De un tiempo a esta parte, el español habla cada vez más alto y claro, como demostró nuevamente en Turquía. A pesar de las consecuencias que le puedan deparar en el futuro.

Alonso, una vez más, plantó cara a la FIA este fin de semana. Es cierto que los pilotos ofrecieron públicamente su apoyo a los equipos en el grave conflicto que les enfrenta a la Federación tras una reunión colectiva el domingo. Pero fue Alonso quien más contundente se mostró un día antes. Lo hizo en solitario. Massa también habló del tema, pero el asturiano fue directo y retador: “La pelota está en el campo de la FIA”, y lo dijo después de rechazar sus planes -una vez más- a la vez que anunciaba su retirada de la Fórmula 1 si prosperan. Quien tiene “memoria histórica” en la especialidad sabe que cuestionar a Mosley tiene precio. Un personaje perseverante en muchas áreas, entre las que destaca el no olvidar a quienes le plantan cara, como recordarán los que han osado intentarlo.

“Muchos son un tanto estúpidos”, afirmaba paternalista Ecclestone en el pasado mes de abril respecto a los pilotos, “piensan solo a corto plazo, y no se dan cuenta lo que esto puede aportarles en el futuro”. No es la primera vez que Ecclestone criticaba a quienes no promocionan, no “venden”, la Fórmula 1. El mensaje estaba dirigido al propio Alonso, aunque “no creo que Fernando sea el único, ese es el problema”. Pues bien, no podrá quejarse, señor Ecclestone, porque el asturiano se está implicando a fondo. Pero no en el sentido que usted desearía, sino todo lo contrario: para denunciar que tanto Max Mosley, brazo ejecutor de su política, como usted, están llevando a un callejón sin salida a la Fórmula 1.

“Por el arco del triunfo”

Todavía recuerdo las palabras que me dijo Adrián Campos, antiguo manager del piloto español, en los primeros compases de su carrera deportiva: “A Fernando, la presión y lo que diga la gente se lo pasa por el arco del triunfo”. Literal. Y desde entonces todos hemos podido comprobar la veracidad de ambas facetas. Cuanta más presión, mejor rinde. También dice lo que piensa, sin importarle la opinión de los demás, una cualidad esta última muy de agradecer en la Fórmula 1. Por caro que sea el precio a pagar. Y porque no siempre ha sido así.

La evolución de la Fórmula 1 en estas dos últimas décadas ha ido ahogando la voz de los pilotos, sometidos a las directrices de sus equipos y a los intereses mediáticos de sus patrocinadores. Cada vez más jóvenes en aterrizar en la especialidad, muchos se han convertido en marionetas de los “team managers”. Solo se les admite desganadamente levantar la voz a los campeones del mundo, a aquellos que por virtud de su talento y sus logros adquirían la condición de poderes fácticos. Pero, entre aquellos, desgraciadamente, pocos han brillado por su carisma en este terreno.

Schumacher ostenta casi todos los récords, pero no destacó por levantar la voz de forma polémica. De hecho, sus colegas siempre le consideraron un hombre cercano al “establishment” de la Fórmula 1. De Kimi Raikkonen, para qué vamos a hablar, si ni siquiera forma parte de la Asociación de Pilotos a pesar de sus promesas a Martínez de la Rosa. Hakkinen, de perfil más bien bajo, vivía amordazado por Ron Dennis. ¿Lewis Hamilton…? A su juventud habría que añadir la escasa autoridad moral de quien mintió, y por señalar a quien le obligo a hacerlo cuando se disculpaba públicamente. Lejos queda ya la rotunda personalidad de Niki Lauda, Ayrton Senna, Jacques Villeneuve e, incluso, Alain Prost, capaz de llamar “camión” a su Ferrari, consciente de que saldría a continuación por la puerta de la calle.

Alonso no se corta

Fue precisamente Alonso quien en 2005 llamó públicamente “tramposos” a Ferrari -acertadamente o no- por no cumplir con las normas de entrenamientos privados y Bar Honda por ciertas “habilidades” técnicas. Más recientemente, pidió públicamente a Ecclestone y a la FIA que “prestara atención a los pilotos, y que no fuera contra todo el mundo con el sistema de puntos” propuesto a principios de año. No ahorró las razones del porqué. Criticó también los cambios constantes del reglamento por parte de la FIA, o la política de elección de neumáticos a principio de año por Bridgestone. Corrigió con sutileza a su propio jefe -Briatore- cuando en un par de ocasiones este se excedía en su optimismo con el R29. En Australia y después habló claro sobre el fracaso que está suponiendo el Kers… Son solo algunos ejemplos, pero hay más.

En España, en algunos sectores, no gusta esta faceta de la personalidad de Alonso.¿Qué se prefiere? ¿Un maniquí impecable, robotizado e inmaculado en lo políticamente correcto, que “coge la pasta y corre? ¿O alguien capaz de añadir color con sus opiniones, influenciar con el peso específico de su trayectoria deportiva, y pensar en el interés colectivo, más allá del personal? Se podrá coincidir o no con sus posicionamientos, pero nadie negará al piloto español una capacidad de liderazgo y un compromiso incuestionable. La Fórmula 1 vive uno de los momentos más turbulentos y delicados de su historia, y requiere figuras como Fernando Alonso. ¿No quería Ecclestone su implicación? Pues ya la tiene.


[B]Fernando Alonso: "Con todas las disputas políticas, a la gente no le gusta esta Fórmula 1 de luchas de poder"[/B]

Fernando Alonso, uno de los directores de la asociación de pilotos (GPDA), explicó a la salida el sentido de esa reunión con los jefes de los equipos que les pagan sus generosos sueldos. Ya el viernes se habló de la posibilidad de una escisión en la reunión de su asociación: "Más que nada era ver la postura de los constructores. Siempre la sabemos de segunda mano y queríamos saberla de verdad.

La FOTA quiere llegar a un acuerdo y que todo esto salga adelante. La pelota está ahora en el tejado de la FIA y los pilotos estamos a tope con los equipos. Queremos competir con los mejores coches y las mejores marcas, que son Ferrari, Renault, BMW, Mercedes, Toyota. Y contra los mejores pilotos del mundo, los que están ahora mismo en la F-1. Por tanto los pilotos no vemos ningún atractivo en su propuesta".

El campeón asturiano cree también que esta polémica tiene también que ver con la falta de asistencia en las gradas de las últimas carreras del Mundial: "Con todas las disputas políticas, a la gente no le gusta esta Fórmula 1 de luchas de poder. Se está dañando al deporte mucho. Ojalá se llegue a un acuerdo esta semana para que el año que viene pueda haber una Fórmula 1 al gusto de todos".

Ezpeleta opta a dirigir el nuevo campeonato

En las grandes marcas han echado cuentas y ha dejado de convenirles seguir en la Fórmula 1. El problema no es sólo Max Mosley y su tope presupuestario, también irritan Bernie Ecclestone y el reparto de los ingresos por derechos de televisión y el resto del negocio de la F-1. Ahora se lleva el 50 por ciento de los mismos y también los veinte millones de euros que, como media, exige a cada organizador de los 17 grandes premios del Mundial. Además, ellos cobrarían ocho millones de euros en lugar de veinte y por eso los circuitos los recibirían encantados.

Han hecho cuentas y, en plena crisis, creen que si ellos son los detentores de los derechos pueden vivir incluso sin patrocinadores. Y, según ha podido saber AS, el nombre de Carmelo Ezpeleta es el que suena con más fuerza para dirigir el nuevo campeonato, que compaginaría con el Mundial de motos. El patrón de MotoGP ya ha tenido algunos contactos y estaría dispuesto a tomar el mando.

Así las cosas, y tal como adelantó este diario, los pilotos se reunieron ayer con los jefes de equipo de la FOTA en el motorhome de Toyota (completamente transparente) y escenificaron su apoyo total a la escisión si el presidente de la FIA no da su brazo a torcer. Algo que incluiría también un Pacto de la Concordia bajo sus condiciones.

El encuentro se produjo a las diez y media de la mañana y duró 25 minutos. De la parrilla actual sólo faltaron Rosberg, Nakajima, Sutil y Fisichella (pilotos de Williams y Force India, inscritos sin condiciones para 2010). De camino al encuentro, Massa y Alonso bromearon amigablemente como si fueran a ser compañeros de equipo el año próximo. Se les explicó la situación actual y se les dijo que sólo una cesión por parte de la FIA puede impedir la separación.

Apenas quedan cinco días para que se pueda llegar a un acuerdo y Jarno Trulli, en representación de la Asociación de Pilotos (GPDA), dio su versión de los hechos: "Todos tenemos la misma idea de seguir a la FOTA y respetar el trabajo que están haciendo por el próximo reglamento y la gestión de la Fórmula 1. Mosley debe comprender que las cosas no pueden funcionar como él pretende. El reglamento de 2010 no sirve de nada. La F-1 debe seguir siendo el deporte número uno del mundo, con la máxima tecnología y con los constructores".

El italiano también cuestionó a los nuevos inscritos para el campeonato: "No se puede hacer que entren equipos que no tienen idea de lo que significa correr un Mundial al máximo nivel. Todos los pilotos sabemos dónde debemos estar. La próxima semana tiene que haber una solución. Si no se consigue, habrá seguramente una escisión". El mensaje a Bernie es claro: si no ceden se quedará sin estrellas.

Massa tampoco está interesado en la nueva F1

Felipe Massa says Formula 1 is facing a 'nightmare' at the moment, with rule changes planned by the FIA set to rob the sport of its premier status in his opinion.

Following talks between drivers and the Formula One Teams' Association (FOTA) in the Istanbul paddock on Sunday morning, grand prix racing's stars made it clear that they fully supported the stance adopted by teams in their dispute with the FIA.

Speaking later in the day, Massa warned that he and several other drivers would not be interested in remaining in F1 if the FIA's plans to attract new teams through a £40 million budget cap went ahead.

"We as drivers, we want to race for the best teams in the world and we want to race with the best drivers," he said.

"For the moment, it is a nightmare what is happening in this fight. We want to know as drivers what was going on, and we wanted to give our opinion.

"Our opinion is that we wanted to race in the best category - and the best category means the one that has the best technology, the category that has the best teams, the best drivers – and in a category that is a top category in motorsport.

"If we do what Mr. Mosley wants, then we will not be at the top of motorsport – we will be in a different level. We will go down a lot on the level of the top categories.

"That is why we are together with the teams, we are together with FOTA. FOTA has eight teams and I hope that they can have a deal. I hope they can find a solution because we would love to carry on in F1. But if F1 is not possible because it is not F1 any more then we will go to another championship."

Massa' comments came after former world champion Fernando Alonso indicated that he too had no interest in racing under planned rules.

"I prefer to race in any other category before in the new F1," he told the Spanish media. "A model similar to GP2 or F3 is not interesting for any driver, for any sponsor or for any circuit or television network. In that case it would be a category without any sense. We'll have to see what the options are.

"The teams have done their maximum: they have signed up for the 2010 championship. But you cannot suddenly move from a budget of 500 million to one of 45 million a year. It's possible in three years, which is what the teams are proposing. It's impossible for them to do more. Now the ball is on the FIA's court.

"If the manufacturers cannot sign up for F1 and they organise a parallel championship, that would be the most interesting, because you would see the technology and the fastest cars in the world and, in the end, that's where the drivers want to be."


[B]¿Cuándo se acaba este Mundial? [/B]

Otro anodino triunfo de Button en Estambul deja el campeonato sin alicientes a falta de diez carreras

Dice Ecclestone que de todos los países que acogen el Mundial, Turquía es el menos aficionado a la fórmula 1. Y que por eso la organización optó por aglutinar a todo el público del Istanbul Park en la tribuna central y tapar con lonas negras la mayor parte de los graderíos.

Pero el argumento turco es una disculpa que oculta el verdadero problema de la fórmula 1. Aún no se ha llegado al ecuador de la temporada y el título, si bien no matemáticamente, ya está resuelto. Los comentaristas narran vuelta tras vuelta con entonación plana (salvo los ingleses). El campeón del mundo rueda en los últimos puestos y su histórico rival concluye en una meritoria sexta posición. Poca expectación tendría una Liga dominada por el Getafe y perseguido, de lejos, por el Valladolid. Pues en esas anda la fórmula 1 y, de seguir así, su futuro será del mismo color que las gradas tapadas de Estambul.

El Gran Premio de Turquía dio otra vuelta de tuerca a este Mundial tedioso porque volvió a presentar el guión de siempre: victoria de Button, fiasco de los grandes, persecución de Red Bull y nuevo mensaje de resignación de Fernando Alonso.

Tras la sesión de calificación del sábado, todas las esperanzas estaban puestas en Sebastian Vettel para dotar al campeonato con un mínimo de interés. Pero el joven alemán dilapidó la ventaja de la pole position en la primera vuelta al salirse en una de las curvas presionado por Jenson Button. Ese inesperado adelantamiento rebajó el interés de una carrera ya de por sí poco atractiva. Si acaso, fue Rubens Barrichello el que alteró la formación de la parrilla al quedarse calado en su tercera posición. El brasileño de BrawnGP no tardó en recuperar posiciones demostrando que no hay difusor como el de su escudería. La serie de adelantamientos con Heikki Kovalainen fue lo más espectacular de la jornada. Barrichello abandonaría posteriormente a causa de una avería. Incluso ese incidente podría contribuir a hacer más interesante el Mundial de haber ocurrido en el monoplaza de su compañero Button, pero éste sigue tan protegido de los elementos y el mal fario como el Michael Schumacher que ganó trece carreras en el 2004 (también con Barrichello como compañero). No obstante, aquel Mundial, en cambio, no resultó tan anodino porque Ferrari estaba fabricando la futura venganza de McLaren. Pero, en cambio, ¿quién es el rival de BrawnGP? ¿Todos? ¿Nadie?

El pésimo estado de Lewis Hamilton puede ser el consuelo de Fernando Alonso. El asturiano está en la clasificación por delante de Raikkonen y el campeón inglés. Pero ayer, los tres pilotos que se rifaron el título en Sao Paulo hace dos años acaparando la atención de medio mundo fueron incapaces de puntuar.

Van siete carreras y el título está decidido. Todavía quedan diez. La organización haría bien en recoger las lonas de Estambul. Quizá le sean necesarias en algunos circuitos más.





[B]Button va hacia el título al estilo Schumacher[/B]

Se impuso de manera inapelable en Estambul e iguala, con seis triunfos de siete, el arranque del alemán en el Mundial 2004, el más arrollador de la historia. Vettel se diluyó en la primera vuelta y Alonso fue décimo

Como el Ave Fénix que resurge de sus cenizas, Jenson Button se levantó de su coche lentamente con los brazos abiertos y festejó a lo grande su sexta victoria de siete en lo que va de temporada. Para suerte suya y desgracia del espectáculo, Vettel no le duró ni una vuelta. Al alemán de Red Bull le tocaba como mínimo aguantar la primera plaza hasta la primera parada, pero se salió a las primeras de cambio, en el primer paso por la curva nueve, y esa excursión dejó la carrera sin historia.

El equipo le cargó con poca gasolina para que el prometedor alemán, que iba a tres paradas, adelantara al ir más ligero a su rival. Ni por esas. Sólo sirvió para que le alcanzara y dar unos minutos de combate a la carrera. Tanto corre el coche blanco y fluorescente que ni siquiera pudo meterle el monoplaza en una curva.

La decisión de ir a tres detenciones fue al final un harakiri para Vettel, porque sirvió para que su compañero, un de nuevo veloz y constante Webber, le pasara y acabara segundo. En el equipo de la bebida energética no quisieron dar ni siquiera órdenes de equipo, ésas son las esperanzas que tienen de ser campeones y, por radio, poco antes del final le dijeron: "Cuida del coche, Mark va más rápido". Él, sin embargo, siguió apretando hasta firmar una vuelta rápida, la segunda en carrera, dos décimas más veloz que la de su compañero. Sólo fue un toque de atención.

Button ha igualado el comienzo de Michael Schumacher, en 2004, con seis triunfos de siete. La superioridad de su coche es tal que le está colocando en cifras legendarias. ¿Qué haría un Schumi en su apogeo con un Brawn? Seguramente doblaría al tercero. En realidad, por los datos ya le ha superado, porque el alemán ganó seis pruebas y abandonó en una, Mónaco. Y con el medio triunfo del británico en Malaisia ya ha sumado un punto más que Michael en el campeonato más arrollador de la historia. Con su pilotaje fino al 90% de sus posibilidades, la de ayer fue otra prueba más del triunfo del doble reglamento autorizado de facto este año por la FIA. De los ocho primeros clasificados, cuatro pertenecen a los equipos que comenzaron el año con el doble difusor. Con el Toyota de Trulli cuarto, un brillante Rosberg quinto y Glock, octavo.

Y habrían sido cinco de no firmar Rubens Barrichello una de sus peores carreras en la F-1. El brasileño salió mal y se hundió en la primera vuelta, intentó pasar a Kovalainen, pero éste se lo devolvió en una brillante acción. Muy nervioso, volvió a la carga y le tocó hasta hacer un trompo. Ya en las últimas posiciones, lo intentó con Sutil y dañó su monoplaza con otro toque. Se retiró cuando iba 15º, a punto de ser doblado por su compañero.

En la debacle de los campeones que fue ayer Estambul, con Raikkonen noveno después de sufrir un toque, Alonso décimo y Hamilton 13º, especialmente doloroso fue el rendimiento del Renault. Esta vez no hubo milagro. Alonso, al que le pasó Rosberg en los primeros metros, intentó devolvérselo, pero el R29 no está para luchar con nadie. Ni con menos gasolina. Pasó a Kimi, pero no pudo con Massa, y al final el finlandés le sobrepasó por su mayor ritmo. Llegó a seguir en carrera a Kubica, pero cuando le pidieron que intentara adelantarle por la radio contestó: "¡No puedo hacerlo!". Renault ha tocado fondo y esta carrera debe de servir de toque de atención para el futuro.