[B]La gran amenaza de Brawn es el termómetro[/B]

Las cosas hubieran sido bien distintas este pasado fin de semana si, con el mismo trazado, Silverstone hubiera estado situado en un lugar más caluroso. Al menos eso se desprende de las palabras de Jenson Button y Rubens Barrichello, quienes justificaron su derrota debido a la temperatura de la pista. El equipo de Ross Brawn trabaja ya en averiguar por qué baja tanto su rendimiento cuando el neumático no logra calentarse lo suficiente.


Red Bull, su principal contrincante, ha evolucionado el vehículo lo justo como para ‘arrasar’ en este tipo de características térmicas. Alemania y Hungría, próximas citas, nos dirán si estamos ante un paréntesis de Brawn GP o un auténtico duelo. Sebastian Vettel afirmó tras la carrera inglesa que estaban por delante de los coches blancos. La capacidad de transformación 'camaleónica' entra en juego para ambas escuderías. Bienvenida para Ross Brawn la presión de tener un rival serio.

El BGP001 ha dado su primer síntoma de flaqueza. Segunda cita donde se ve superado por el RB5 de Sebastian Vettel y Mark Webber. Este doblete de la firma austriaca se dio en China. El trazado asiático alterna curvas rápidas con otras más lentas, estas últimas eran la asignatura pendiente de Red Bull, hasta ahora. Su desarrollo en la factoría ha permitido ir igual de bien pisando continuamente el freno que sin ello.

El avance de los de Adrian Newey es palpable. Ahora, la duda está depositada en la capacidad de reacción y de inversión de Brawn. ¿Mejorará en el próximo circuito rápido sin altas temperaturas? Para Alemania, los ex Honda pueden estar tranquilos porque aunque la temperatura suele ser fresca, las curvas que predominan son lentas: mucha tracción, acelerones y frenadas. Bajo estas circunstancias se comprobará si Red Bull va en serio.

Para ello debemos esperar más de lo habitual. Hasta dentro de tres semanas, 12 de julio, no arranca de nuevo el Gran Circo. Veinte días para continuar con las modificaciones del monoplaza en todas las factorías. En la de McLaren apuntan a que habrá cambios importantes, aunque lejos aún de poder pelear por el podio. Más optimista se muestra Renault, Flavio Briatore destaca que habrá tres cambios sustanciales. Kimi Raikkonen, antes de la carrera de Silverstone, señaló que no lucharían por la victoria hasta dentro de dos carreras, es decir, Hungría. La monotonía podría tener los días contados.


[B]Fernando Alonso debe cambiar de aires[/B]

Las dos últimas carreras de Fernando Alonso han terminado con el mismo mensaje: “necesitamos cambios, cualquier tipo de cambios”, declaraba tras la carrera de Turquía, “tenemos el mismo coche de Bahrein, y vamos de mal en peor, y hasta que introduzcamos algo que mejore será duro”. Ayer, tras la prueba, el mensaje era el mismo, con otras palabras: “Esta claro que necesitamos mejorar en todos los frentes en Alemania. El coche no tiene una cosa mala, sino varias…”, “si queremos, podemos hacer la rueda de prensa del viernes y del sábado, porque va a ser más o menos lo mismo”. ¿Así, hasta final de año?

Ni Alonso ni Renault pueden dar una imagen derrotista en sus declaraciones. Es su obligación evitarla, como la de seguir peleando en cada prueba. Pero, y ojala nos equivoquemos, nada invita a pensar que se pueda repetir la dinámica del pasado año en la segunda mitad de la temporada. En 2008 Renault aspiraba a convencer a Alonso de su capacidad como equipo para llevarle otra vez al título. El equipo de Briatore llevó a cabo un esfuerzo excepcional. Alonso fue el piloto que más puntos cosechó en la segunda parte de la temporada.

Pero pocos pondrán en duda que el español siguió en Renault porque Raikkonen decidió prorrogar su contrato en Ferrari. Al margen de la incertidumbre sobre el futuro de la disciplina, cabe dudar que Renault invierta los recursos económicos y humanos para intentar remontar un campeonato en el que nunca se podrá alcanzar a Red Bull y Brawn. Más bien al contrario, se está perdiendo terreno en cada carrera.

Mejor que nunca, peor que nunca

Con todo, lo importante es el futuro y cómo posicionarse de nuevo en un entorno competitivo. Si usted fuera el mejor piloto del mundo, ¿seguiría en un equipo que ha enviado una carta a sus proveedores, como recientemente ha sido el caso de Renault Sport, para que diversifiquen su línea de negocio ante una posible retirada de la Fórmula 1? Y aunque este equipo continuara compitiendo, con sus condiciones económicas -varios patrocinadores han dicho adiós- y las de su casa matriz, ¿creen que dicha escuadra podrá luchar por el título en 2010? Desde la retirada de Michelin de la Fórmula 1 y el título de 2006, Renault ha logrado solo dos victorias. Por duro que resulte decirlo, la foto global de su actual equipo no muestra el potencial para ofrecer a un piloto de la categoría de Alonso la posibilidad de luchar por el título.

“Con la madurez alcanzada durante estos últimos años, su ya enorme bagaje técnico, con una motivación y determinación que está sorprendiendo al propio Flavio Briatore, Alonso se presenta como un verdadero 'Terminator' en 2009. Solo hace falta que le acompañe la competitividad del R29”. Permitan que recojamos esta cita de una columna de El Confidencial anterior el comienzo del campeonato. Porque el propio Alonso se mostraba muy explícito al respecto el pasado sábado, después de los entrenamientos de Silverstone, tras declarar que estaba realizando las mejores cronos de su vida: “Sí, soy mejor piloto, y un piloto más completo. Cada año que pasa te sientes mejor, conoces mejor el coche, cómo se adaptan los neumáticos a la cronos, a la carrera y sabes cuidar mejor la mecánica. Cuando tenga un coche listo para ganar, voy a estar más preparado que nunca”. Por ello, un piloto de su nivel, un doble campeón del mundo que así se define, no puede permitirse demasiadas carreras como la de Silverstone -con una de las peores clasificaciones de su trayectoria en la Fórmula 1- ni muchas más temporadas como la presente.

Lo que importa es ganar.

En la Fórmula 1 no existen las lealtades profesionales, aunque existan los afectos personales. Son los resultados los que definen el valor de mercado. Si no se producen, este decrece. Por ello, cualquier piloto pero, especialmente, campeones del mundo como Alonso y Hamilton, tienen la obligación inexcusable de posicionarse en el mejor entorno que permita materializar condiciones como las expresadas por el piloto español. Y para ello se requieren decisiones egoístas, determinantes y, a veces, despiadadas. Renault dio a Alonso sus dos títulos. Se ha esforzado por retenerle y ofrecerle un indiscutible status de número uno. Pero si no es capaz de ofrecerle un “winning car”, Alonso debe marcharse.

Dejarse llevar en la Fórmula por las emociones ofrece tanto futuro como un jilguero en una jaula de gatos. Quien no entienda esta regla imperativa no tiene lugar en la Fórmula 1. ¿Creen que Lewis Hamilton aguantará mucho tiempo en McLaren de persistir la falta de competitividad de sus monoplazas? Hamilton valorará hasta cierto punto que McLaren haya financiado y tutelado su carrera. Pero, a la postre, le importa ganar. E irá donde sea necesario para lograrlo.

Con estas premisas en mente, y dadas sus circunstancias empresariales y los resultados deportivos en estos tres últimos años, Renault no parece ser el equipo que lleve de nuevo a Alonso a pelear nuevamente por el título. Si continúa el próximo año en el mismo será por no contar con otra opción. Pero, y esto es una impresión absolutamente subjetiva, cuando se le ve sonriente tras bajarse del monoplaza en carreras como la de Estambul y Silverstone, una de dos: o bien Alonso ha adquirido una magnífica madurez para asumir resultados tan poco gratificantes a pesar de una entrega constante y absoluta, o bien la decisión de cambiar de aires está ya tomada y otro futuro le espera. Y no en Renault, precisamente.