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ju0009
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Imágenes Celestes: Los secretos más profundos de nuestra galaxia

Imágenes Celestes: Los secretos más profundos de nuestra galaxia

Las maravillas escondidas de nuestro universo-isla se revelan ante los penetrantes ojos infrarrojos de Spitzer.

Una imagen infrarroja panorámica del plano galáctico de la Vía Láctea, tomada por Spitzer. Las nubes rojas indican la presencia de grandes moléculas orgánicas, mezcladas con el polvo, que han sido iluminadas por la cercana formación eIris. Los parches negros son densas nubes de polvo impenetrables incluso para los súper-sensibles ojos infrarrojos de Spitzer. Los arcos brillantes de color blanco que se ven por toda la imagen son incubadoras eIrises masivas

Al fin los astrónomos han encontrado la luz interior!. Pero no lo hicieron a través de los típicos métodos terrestres de la meditación, el ejercicio y la terapia. En cambio, la luz fue descubierta dentro de nuestra Vía Láctea luego de horas de profunda auto-reflexión con el Telescopio Espacial Spitzer de la NASA.

Los científicos, que son miembros del equipo del Legado de la Inspección Infrarroja Extraordinaria del Plano Medio Galáctico (GLIMPSE = Galactic Legacy Infrared Mid-Plane Survey Extraordinaire), utilizaron los ojos buscadores de calor de Spitzer para dar un vistazo al plano lleno de polvo de nuestra galaxia. Cuando lo hicieron, las obscuras nubes de gas y polvo de la galaxia se hicieron transparentes, revelando aproximadamente unos 100 nuevos cúmulos eIrises, conteniendo cada uno de ellos de decenas a centenares de estrellas (N.T.: el nombre de la inspección, “GLIMPSE”, es un juego de palabras, ya que además de ser el acrónimo del proyecto, en inglés la palabra “glimpse” significa “ojeada”, “vislumbre” o “vistazo”).

Según la investigadora principal Emily Mercer, una estudiante graduada de la Universidad de Boston, Massachusetts, los nuevos cúmulos contarán a los astrónomos muchas cosas sobre la estructura de la Vía Láctea y sobre la formación eIris dentro de nuestro universo-isla.

“Esos pequeñuelos son bastante difíciles de encontrar”, dijo Mercer. “El descubrimiento requirió una revisión sofisticada de computadora de los datos de Glimpse y una inspección cuidadosa de las imágenes de Spitzer”.

En el pasado, nuestra galaxia no fue tan veloz en brindarnos sus secretos eIrises. Como estamos ubicados dentro de su chato disco espiral, la mayor parte de la galaxia parece como una espesa y turbia banda de luz que cruza el cielo. Muchas de las estrellas en este plano galáctico no pueden ser detectadas con telescopio de luz visible o ultravioleta. Eso es así porque las nubes frías de gas y polvo que sobrevuelan sobre el centro galáctico y conforman los brazos espirales, bloquean esa luz eIris de nuestra vista.

Dos tercios de los nuevos cúmulos eIrises fueron descubiertos a través de un método computacional desarrollado por Mercer y su asesor, el Dr. Dan Clemens, también de la Universidad de Boston. Utilizaron un algoritmo, o procedimiento matemático, para escudriñar automáticamente a través de los datos Glimpse de los cúmulos. El resto fue encontrado utilizando el método tradicional de revisar visualmente las imágenes en busca de cúmulos eIrises.

Mercer descubrió también que hay casi el doble de cúmulos eIrises en la porción sur del plano galáctico, visible desde el hemisferio austral terrestre, que en el plano galáctico norte. Ella también sospecha que esta observación puede ayudar a los astrónomos a cartografiar la ubicación de los brazos espirales de la Vía Láctea.

“Emily ha realizado un gran trabajo”, dice Clemens. “Su método computacional para la búsqueda de cúmulos ha probado ser la empresa automatizada más exitosa hasta la fecha”.

Tanto Clemens como Mercer son miembros del equipo multi-institucional Glimpse, dirigido por el Dr. Edward Churchwell de la Universidad de Wisconsin, Madison. El grupo fue seleccionado en noviembre de 2000 para estudiar el plano galáctico con el conjunto de cámaras infrarrojas de Spitzer, como parte del programa Legado de Spitzer. Hasta ahora Glimpse ha sido catalogado más de 30 millones de estrellas de la Vía Láctea interior, y el equipo espera identificar a más de 50 millones de estrellas para cuando haya finalizado el proyecto.

“Al lograr que el plano galáctico se vuelva transparente, Spitzer abre una nueva puerta para que los astrónomos puedan estudiar la Vía Láctea”, dice Churchwell. “Algunas de las cosas científicas que surgirán de este proyecto serán descubrimientos inesperados, que abrirán vías de investigación completamente nuevas”.

Una ojeada a la Vía Láctea

En esta imagen panorámica (fila central) del proyecto Legado de la Inspección Extraordinaria Infrarroja del Plano Medio Galáctico (GLIMPSE = Galactic Legacy Infrared Mid-Plane Survey Extraordinaire), queda expuesta una plétora de actividad eIris en el plano galáctico de la Vía Láctea, que llega hasta el lado más lejano de la galaxia. Esta imagen cubre 9 grados del cielo (aproximadamente, el ancho de un puño sostenido con el brazo extendido).

En la luz visible, el grueso de las estrellas de nuestra galaxia, la Vía Láctea, queda eclipsado detrás de espesas nubes de gas y polvo galácticos. Pero para los ojos infrarrojos del Telescopio Espacial Spitzer de la NASA, las distantes estrellas y nubes de polvo brillan con claridad y color sin paralelos.

Las nubes rojas indican la presencia de grandes moléculas orgánicas (mezcladas con el polvo) que han sido iluminadas por la cercana formación eIris. Los parches negros son densas y oscuras nubes de polvo, impenetrables incluso para los súper-sensibles ojos infrarrojos de Spitzer. Se cree que los brillantes arcos blancos diseminados por toda la imagen son incubadoras eIrises masivas.

Con más de 160 megapíxeles, el detalle completo de este panorama no puede ser apreciado sin hacer zoom sobre varias áreas de interés (filas superior e inferior). Los agujeros, o burbujas, en las nubes rojas, son formados por las poderosas emisiones provenientes de grupos masivos de estrellas en formación. Los mechones verdes indican la presencia de gas hidrógeno caliente.

Pueden verse también cúmulos eIrises como agrupaciones de manchitas azules, verdes y amarillas dentro de algunas de las nebulosas rojas (o nubes de formación eIris). Además de los abundantes ejemplos de juventud eIris de este montaje, Spitzer ve también un objeto conocido como “nebulosa planetaria” (fila superior, centro). Tales nebulosas son el estertor final de estrellas como nuestro Sol, cuyas capas exteriores son expulsadas hacia el espacio, dejando detrás el núcleo consumido de la estrella, que entonces recibe el nombre de enana blanca.

Aunque esta imagen panorámica captura una gran parte de la galaxia, representa apenas el 7,5% de la inspección primaria de GLIMPSE, que fotografiará la mayoría de las regiones de formación eIris de nuestra galaxia.

Las imágenes infrarrojas fueron capturadas con el Conjunto de Cámaras Infrarrojas (IRAC = Infrared Array Camera) de Spitzer. Las fotografías son composiciones en falso color de 4 canales, mostrando la emisión en las longitudes de onda de 3,6 micrones (azul), 4,5 micrones (verde), 5,8 micrones (naranja) y 8,0 micrones (rojo).

Telescopio Espacial Infrarrojo Spitzer.


astroseti
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