Hace 20 años el 24/03/1999 por primera vez desde 1945 la organización criminal de la OTAN empezó el bombardeo de un país europeo al estilo de Hermann Göring (el jefe de la aviación de la cúpula militar de A. Hitler). Fue una agresión contra un país soberano que no tenía excusas. Durante 78 días la OTAN estaba bombardeando con bombas y misiles objetivos civiles en un país europeo: Yugoslavia. Los resultados de la agresión según los datos confirmados por fuentes distintas fueron los siguientes: muertos, mutilados y heridos de gravedad: 12.000 civiles (incluidos 400 niños muertos), destruidos: 48 hospitales, 70 colegios, 18 guarderías infantiles, 9 edificios universitarios, 4 residencias de estudiantes, la Embajada de China, Centro de televisión de Belgrado con periodistas dentro, cientos de fábricas (y como consecuencia: 500 mil de trabajadores en paro), puentes, etc... más de un millón de serbios se quedaron sin agua potable... Bajas militares de los serbios por los bombardeos: 249 militares, 22 policías, 14 carros blindados, 18 vehículos militares, 20 cañones (datos que se pudo confirmar), 6 aviones derribados en aire y 70 en tierra. Las bajas de los “aliados”: 31 aviones y 6 helicópteros derribados. Además las fuerzas criminales de la OTAN utilizaron bombas de racimo prohibidas y bombas que contenían uranio empobrecido que es mucho más dañino para los habitantes de los territorios bombardeados que cualquier tipo de armas químicas porque su efecto mata a lo largo de docenas de años provocando cánceres entre la población (hay datos estadísticos sobre las muertes de cáncer en Serbia antes y después). Todos estos datos nos llevan a pensar que la OTAN ha cometido genocidio en Serbia. Y que Javier Solana y otros dirigentes de la OTAN deberían estar en los tribunales de la Haya compartiendo la suerte de Slobodan Milosevic

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