Más que risa, esta historia da pena. De hecho, hay pocas cosas que pueda explicar que resulten graciosas.
Recuerdo que era viernes, estaba currando y había ido a comerme un bocata al bareto. Un grupo de universitari@s jugaba con una másquina recreativa justo al lado de mi mesa. No sé por qué razón, ni que impulsos lujuriosos impulsaban a una jamelga, que se encontraba con aquel grupito, a restregarme su poderoso culo en mi cogote. La primera vez pensé que bueno era un roce involuntario, me giré, comprobé el calibre de aquel buen culo y continué con mi bocata anchoas. El segundo roce ya me mosqueó más, ya que estaba metiendole un buche a la birra y me dejó el bigote mojao de espuma. Me giré de nuevo así como de reojo. "Buen culo, a fe mía", pensé. Al tercero la cosa ya no era para bromas; además escuché perfectamente como aquel culo me decía: "Quieres pellizcarme de una vez, gili".
Con el impetu que me caracteriza y a la voz: "Tira pallá" le propiné un pellizco a aquel pandero impresionante. "Ahora viene cuando ella me arrear el guantazo y me tengo que liar a piños con esos tres notas". Pero no, mi instinto se equivocó, aquella tía no dijo nada, o, bueno, sí, acabó sentada en mi mesa comiendose un bollycao desos y hablando animadamente de ya no recuerdo qué. La cuestión es que quedamos para esa noche, en aquella esquina, allá a las 11.
"Que cosa más rara", pensé mientras me despedía y me largaba a acabar la faena. "No sé, no sé". Por aquellos entonces tenía siempre la agenda a petar; la novia, la colega go-go y la colega de la go-go, que me perseguía por todo el barrio, y eso que era de otro. Ahora además tenía la colega del culo poderoso. "A ver como me lo monto"...
19:00, acabo de currar, corre y duchate, bien lavao y con las greñas maqueadas, me voy pa casa la novia. Le meto un rollo que no se lo cree nadie, pa poder escaquearme, y a la 22:00 ya la dejaba en casa y salía a escape a buscar a la colega go-go, que la 23:00 empezaba a currar en la disco. La espero debajo de su casa y... joer como estaba la tía, AAARRRGGG!!! y que bien olía... HUMMMM... rubia alta, kagon... AH!!! perdón que se me va la olla. Bueno, de camino a la disco, la tía me dice que hoy no le tocaba currar pero que no me había dicho nada porque así podía verme. Los sudores fríos me entraron sólo de pensar el saka-mete salvaje que le podía pegar. Pero fuí fuerte y vencí mi ego de la lujuria. Yo la dejé en la disco igualmente y le metí otro rollo similar al de la parienta. Y allí se quedó con la boca abierta y seguramente pensando si yo era tonto o mari***, vete a saber. Pero no podía perder un segundo, a las 23:00 había quedado con "culopoderoso". Llegué a las 23:05, y... "joeeeeeeeeerrr, como está esta también", que minifalda, que piernakaaaaas.... vamos, pa meterle de to menos dinero en el banco, estaba aquella.
De repente se me gira el cerebro, no sé que me pasó, como un remordimiento, un atake de ansiedad repentino. No me bajé ni del coche. "Lo siento", le dije, "Me ha llamao el jefe, tengo que ir a una urgencia. Nos vemos" Y mientras cerraba la ventanilla el coche ella dijo "pero oye..." y ahí se quedó gritando no sé mientras yo me largaba chiscando ruedas.
"Me voy pa casa, que me encuentro mal". Pero no!!!, no pude llegar a casa, porque cuando ya había estacionado el coche, al girar la esquina, a 20 metros de mi portal, me encuentro de cara con la colega de la go-go alias "brujaaveria" por los pelos que llevaba en la cabeza. "NOOOOOO" pensé. Porque además aquella era la más peligrosa.
Total que al final la tuve que llevar a casa, como era de otro barrio y a esas horas no iba a ir adando, pues venga a sacar el trastomovil y acompañarla. Paro en doble fila al lado de su keo y se me empieza a enrollar la tía. Yo no daba pie, pero al final, cuando vió que yo me hacía el loco, fué directa al grano. "Mojas el churro?" me preguntó, así, como quien pregunta la hora. "Ni loco" pensé, "Mira tía estoy petadisimo y me quiero ir a dormir" le dije excusandome. "MENTIRAAA!!!" me iban a reventar los huevos con tanta pernila suelta y yo haciendo el gili.
No es que la invitara a bajar del coche, la eché, a empujones, como si tuviera la peste. Todavía lloro hoy cada vez que me acuerdo. Y como no tenía mala leche la tía aquella ni na, me dijo de to menos bonito. Pero yo ya parecía ET "mi casa, mi casa" eso era lo único que quería, mi casa y mi mama. Pero antes de llegar a casa, al pasar por el local donde me reunía con los colegas, observé que había luz. "Quien coño está ahí a estas horas?" me pregunté. Pues estaban todos, reunidos preparando un excursión en bici a no sé donde. Me colé por allí. Y mientras ellos hablaban yo me puse a leer tebeos del "mortadelo" que me molan mucho. Al final uno se interesó por mi kareto que era pa verlo. Le expliqué el caso que me había ocurrido.
-Y estás aquí leyendo tebeoooos???
Me fuí para mi casa, caminando cansino, destruido, como un alma en pena. Y llegué por fin, y me dormí en el sofá, mientras pensaba si había llegado mi final.
Los pocos kolegas que conservo de aquella época todavían me recuerdan con saña aquella noche, cada vez que nos reunimos. Y además me lo hacen explicar como si fuera un chiste.