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Fecha de ingreso: 26/mar/2008
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EL ARBITRO
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[COLOR="DarkOrange"]Un muchacho, tocó a la puerta de la casa de su novia. Tuvo el tino de abrir el Padre de la muchacha[/COLOR]
[COLOR="Blue"]- ¿Qué desea, jóven?[/COLOR]
[COLOR="Magenta"]- Pues, verá usted, vengo a hablar con usted.
- Bueno, pues, pase jóven, vayamos a la sala y ahí me cuenta de qué quiere hablar conmigo.[/COLOR]
[COLOR="Blue"]¿Y bien?[/COLOR]
El jóven, todo decisión, respondió:
[COLOR="DarkGreen"]- Mire usted, vengo a comunicarle que a su hija y a mí nos gustaría compartir nuestras vidas, nos queremos casar.[/COLOR]
[COLOR="Magenta"]El señor sonrió.[/COLOR]
[COLOR="Green"]- Pues está muy bien eso de que se casen, pero cuénteme, muchacho, ¿ya cuenta con un salario digno para poder sustentar a mi hija y los hijos que vengan?[/COLOR]
[COLOR="Sienna"]El jóven, con todo el aplomo del mundo, contestó:[/COLOR]
[COLOR="Teal"]- Mire, aunque soy Ingeniero titulado, no gano mucho. Sin embargo, su hija me ha comunicado lo que ganan su distinguida esposa y usted. Por lo cual, confío en tener una pequeña ayuda de ustedes para poder pagar el teléfono, el agua, la luz y el supermercado.[/COLOR]
[COLOR="Magenta"]Un poco sorprendido por la respuesta, el Padre, hizo otra pregunta:[/COLOR]
[COLOR="Blue"]- Bueno, ¿y piensan comprar un apartamento o una casa? ¿O prefieren alquilar..?[/COLOR]
[COLOR="DarkOrange"]El jóven, con mirada inocente, contestó:[/COLOR]
[COLOR="DarkRed"]- Si antes le pedí una pequeña ayuda para poder ir viviendo, hemos pensado que, como esta casa es muy grande y pueden vivir perfectamente dos matrimonios, no es necesario comprar o alquilar apartamento o casa. Deseamos vivir en esta casa con ustedes. [/COLOR]
[COLOR="Blue"]El señor, desconcertado por la actitud del muchacho, continuó con el interrogatorio:[/COLOR]
[COLOR="Green"]- Dígame algo, ¿tiene automóvil?[/COLOR]
[COLOR="Orange"]El jóven, sonriendo, respondió:[/COLOR]
[COLOR="Purple"]- Mire, no tengo coche porque he estado pensando que si usted tiene tres, para qué vamos a comprar uno más. Usted nos deja el que les sobra y así no es necesario adquirir otro.[/COLOR]
[COLOR="Navy"]En ese instante, entró en la sala la Madre de la novia, quien, mirando primero al jóven y luego a su esposo, preguntó cordialmente:[/COLOR]
[COLOR="MediumTurquoise"]- ¿Se puede saber de qué hablan?[/COLOR]
[COLOR="Orange"]El esposo respondió[/COLOR]:
[COLOR="Olive"]- Querida mía, qué bueno que llegas, quiero presentarte al Señor Arbitro, quien pretende ser el futuro marido de nuestra hija..[/COLOR]
[COLOR="DarkOrchid"]El joven, desconcertado y molesto, inquirió:[/COLOR]
[COLOR="Yellow"]- Oiga, ¿por qué me llama Señor Arbitro?[/COLOR]
[COLOR="Purple"]A lo que el presunto suegro respondió: [/COLOR]
[COLOR="Red"]-Y bueno, grandísimo hijo de puta, ¿cómo demonios quieres que te llame si hasta ahora lo único que vas a poner en esta casa es el pito? [/COLOR]
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